jueves, 14 de octubre de 2010

Más de lo mismo

Los chicos de clase no me hablan.

Supongo que es normal, después de que Silvia les haya puesto delante de las narices las pruebas de que soy una verdadera zorra.

Me gustaría que pudiesen ver también los correos que Silvia me enviaba a mí y en los que demostraba que puede ser tan mal bicho como yo. Incluso bastante peor...

Pero, claro, yo borré esos correos. ¿Que por qué lo hice? Porque mi madre tiene la costumbre de fisgar en mi ordenador. Bueno, no es fisgar por fisgar: es que a veces lo usa porque deja su dichoso portátil en la oficina.

Sabía que mi madre me la liaría parda si viese los correos que nos cambiábamos Silvia y yo, así que, sencillamente, los borré. Para evitarme problemas con mi madre.

No pensé que estuviese borrando indicios interesantes, pero lo hice. Ahora Silvia tiene pruebas de lo malísima persona que soy, y yo no tengo nada que enseñar para demostrar que no soy la única.

Y todo, claro, por culpa de mi madre. Si dejase en casa su portátil. Si no tuviese la manía de meter las narices en el mío con tanta frecuencia.Si fuese capaz de dejar que viva a mi aire. Si, sí, sí...

El caso es que los que antes eran mis amigos me miran con desconfianza, mi antigua mejor amiga me mira con un odio satisfecho y mi exnovio ni siquiera me mira.

Esto es una mierda.

4 comentarios:

  1. Intenta empezar de nuevo :) Te doy todo el apoyo que necesites...^^

    D!SFRUTA!!

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  2. Te podría conveni una cosa... epro es muy fuerte... O___O
    ÁNIMO ÁNIMO Y ÁNOMI


    Muchos besos

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  3. Vale, sé que no nos conocemos, pero chica...Lo que voy leyendo en tu blog me llega hondo. Lo cierto es que mi época del instituto tampoco lo pasé muy, digámoslo así, bien; en mi último año apenas me hablaba con nadie, pero en mi caso era porque "era la rarita", supongo. Lo que quiero decir es que siento mucho lo que estás pasando, pero tarde o temprano se acabará. Tienes que ser fuerte.

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  4. Sé fuerte, no sé qué más puedo decirte. Todo pasará, todo se arreglará, el tiempo lo cura todo.

    Un abrazo*

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