lunes, 27 de diciembre de 2010

Y muuucho mal rollo

Ya os lo contaba ayer: mi madre está buscando casa nueva. Supongo que no es mala idea eso de mudarnos. Otra casa, otra urba. Y otro colegio, claro. Otro colegio donde nadie me conozca y no haya chicos y chicas recordando constantemente estos tres meses tan malos.

Pasada la sorpresa le dije a mi madre que me parecía bien su idea. Hoy mismo habló con el tipo de la inmobiliaria, que no tardó ni una hora en presentarse en casa para tasarla y meterla en su base de datos.

Así que supongo que ya está: un capítulo de mi vida de los últimos años está a punto de cerrarse para siempre, aunque supongo que lo que debo pensar es en el que está a punto de abrirse. Los cambios son buenos ¿no?

Eso fue lo que pensé durante todo el día. Y en eso estaba pensando cuando sonó mi móvil.

Casi me caigo de espaldas al ver que en la pantalla brillaba el nombre de Silvia. Silvia, mi antigua amiga. Silvia, la que se enrolló con mi novio a mis espaldas. Silvia, la que promovió una campaña en mi contra que hizo que toda la clase me condenase al aislamiento. Silvia.

Tardé un poco en contestar. Tuve que tragar saliva y respirar hondo. Cuando al fin lo hice y escuché a mi exmejor amiga me sentí muy rara.

"- Hola, Valeria"
"- Hola. Feliz Navidad"

(Es lo que se dice en esta época ¿no? Paz a los hombres de buena voluntad, y todo eso...)

"- Ya. ¿Cómo estás?"

(¿De verdad se interesaba por mí? ¿Se trataba de un milagro navideño o algo así?

"- Bien. ¿Y tú?"
"- Muy bien. Aunque no tengo vespino ¿sabes? Una loca la arrolló con el coche antes de estrellarse contra el muro de mis padres. Seguro que sabes de qué hablo"

(Ay, ay, ay)

"- Silvia... no podemos...?
"- No. No podemos nada. Y que sepas que no he llamado para que me cuentes tu vida. Sé que vas a mudarte"

(Pero bueno... ¿qué pasa con esta? ¿trabaja en la CIA o algo así?)

"- ¿Y como te has enterado?"
"- Porque un amigo de mi madre trabaja en la inmobiliaria a la que hoy llamó tu madre para vender vuestra casa y comprar la de la otra urba en Majadahonda. "Los sauces" ¿verdad?"

(Mierda. Verdad de la buena. La urba a la que mi madre quería que nos mudásemos se llama así.)

"_ no estoy segura"
"- Pues yo sí. Sólo quiero que te quede claro que una prima mía vive también allí. Irás a su colegio.Y que pienso hablar con ella para que los chicos de "Los sauces" te den la bienvenida que te mereces"

Y colgó. Y me quedé allí, con el teléfono en la mano y ganas de que se me tragara la tierra.

Silvia acababa de echar por tierra mi próxima oportunidad

4 comentarios:

  1. A esta Silvia la voy a agarrar de los pelos porque ya me tiene podrida. Perdon por la expresion pero me da una raaaaaabia

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  2. Pero qué hija de la gran... ¬¬'
    Uf, perdón por la expresión, primera vez que comento en tu blog y ya estoy soltando tacos :P
    Pero es que es verdad, hay que ver qué grandísima amiga es la Silvia esta, en vez de preocuparse por su amiga que ha estado en coma, se preocupa por una vespino que puede sustituir cuando quiera.

    ¡Anda, Valeria, pasa de ella y no le hagas ni puñetero caso! No merece la pena. Seguro que si se lo explicas a tu madre, lo entenderá y buscará otro lugar para mudaros ;)

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  3. En esta vida lo unico que se puede hacer es pasar de la gentuza como esa y buscarte unas buenas amigas y si aun no se consigue, solo queda pasar de todos y seguir la vida!!

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  4. Hola Vale! Estás por encima de Silvia en todos los aspectos, vive cada día como si ella no existiera, no rigas tu vida por el espacio entre ella y tu, pasa la página, suena fácil puede costar al principio pero vale la pena. Xoxo.

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