miércoles, 12 de enero de 2011

Una nueva amiga

Creo que tengo una amiga. Se llama Tara y es hijade una compañera de mi madre en la Central hidroeléctrica. Tara es de mi edad. Estaremos juntas en clase cuando empiece en el Colegio, que está cerrado hasta el próximo lunes a causa del temporal de nieve.

Tara es simpática. La conocí en su casa, pues su madre nos invitó a comer a mi madre y a mí el primer díade nuestra estancia en Bline. Fue un detalle. La madre de Tara es una mujer amable y triste. Lo de triste no lo digo por decir: hace tiempo le pasó algo terrible, aunque eso ya os lo contaré otro día.

Os estaba hablando de Tara. Ha sido muy afectuosa conmigo. Me habló delpueblo, de los compañeros del colegio, de los profesores... parece que es muy feliz aquí. Dice que todos los chicos se llevan muy bien, que hacen planes de fin de semana, que hasta estudian juntos.

A mí, la verdad, tanta colectivización de la cosa me da un poco de mal rollo. En un test de personalidad que nos hicieron en el colegio - y que, dicho sea de paso, costó una pasta gansa - el psicólogo dijo que yo era excesivamente individualista. A mí me dieron ganas de contestarle que no hacía falta que mis padres se gastasen un dineral para averiguar eso. Yo voy por libre casi desde que nací.

Por eso, cuando Tara me hablaba de todas las actividades que hacen en grupo, de las jornadas de estudio en equipo, de las excursiones y las barbacoas, no sabía muy bien que pensar.

Pero estoy en el otro lado del país. He dejado atrás muchas cosas, y empezado una nueva vida aquí, bajo la nieve de Bline.

Quizá haya llegado el momento de ser un poco más... un poco más abierta. Más comunicativa.

Tara quiere ser mi amiga. Y yo necesito un poco de afecto de gente de mi edad, así que... ¿por qué no?

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